sábado, 25 de dezembro de 2010
BOBBIE THE JEAN
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conceptual,
digital art,
Illustrations,
Paintings
domingo, 19 de dezembro de 2010
sábado, 18 de dezembro de 2010
JOSEFA DE ÓBIDOS
Josefa de Óbidos, nascida Josefa de Ayala Figueira (Sevilha, Fevereiro de 1630 — Óbidos, 22 de Julho de 1684), foi uma pintora nascida na Espanha que viveu e produziu em Portugal.
Era filha de Baltazar Gomes Figueira, pintor português natural de Óbidos, com obra em Évora, que fora trabalhar em Sevilha, onde veio a desposar D. Catarina de Ayala Camacho Cabrera Romero, natural da Andaluzia. Foi apadrinhada pelo pintor, Espanhol, Francisco Herrera, El Viejo
Em 1634, quando tinha apenas quatro anos de idade, os pais de Josefa regressam a Portugal, onde vieram a se estabelecer na Quinta da Chapeleira, em Óbidos, quando a menina já tinha seis anos de idade. Ali a menina se educou, manifestando desde cedo, vocação para a pintura e para a gravura em metal, em lâminas de cobre e prata, num género denominado como pontinho.
Foi especialista na pintura de flores, frutas e objectos inanimados. A influência exercida pelo barroco tornaram-na uma artista com interesses diversificados, tendo-se dedicado, além da pintura, à estampa, à gravura, à modelagem do barro, ao desenho de figurinos, de tecidos, de acessórios vários e a arranjos florais.
Em 1653, aos 19 anos de idade, fez a gravura da edição dos Estatutos de Coimbra. Trabalhou em seguida como pintora para diversos conventos e igrejas. Na Capela do Noviciado do Convento de Varatojo havia uma excelente Nossa Senhora das Dores e, no coro, um Menino Jesus, quadros que lhe são atribuídos. Havia quadros seus no Mosteiro de Alcobaça, no Mosteiro da Batalha, em Vale Bem-Feito no Mosteiro de São Jerónimo, em Évora, onde existe um Cordeiro engrinaldado de flores, que passa por ser um dos seus melhores trabalhos.
Como retratista da Família Real Portuguesa, destacam-se os seus retratos da rainha D. Maria Francisca Isabel de Sabóia, esposa de D. Pedro II, e de sua filha, a princesa D. Isabel, que foi noiva de Vítor Amadeu, duque de Sabóia, a quem esse retrato foi enviado.
A Academia de Belas Artes também possui um quadro de Josefa de Óbidos.
Tendo vivido quase sempre na Quinta da Capeleira, a sua reputação que granjeou era de tal ordem que muitos dos que iam tornar banhos às Caldas da Rainha, se desviavam de seu caminho, para irem a Óbidos cumprimentá-la.
O seu irmão Barnabé de Ayalla também foi pintor.
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Arte Portuguesa,
barroco,
século XVII
Juan Antonio de Frias e Escalante
Muy joven se instaló en Madrid donde fue discípulo de Francisco Rizi, con quien mantuvo una estrecha relación, llegando a ser su testamentario. A pesar de su temprana muerte, desarrolló una importante carrera trabajando casi exclusivamente para las iglesias y conventos de la Corte. Admirador de la pintura veneciana de Tintoretto y Veronés, como observó Palomino, quien le decía seguidor en todo de aquél estilo en la composición y «gracia de actitudes», también se mostró deudor de Van Dyck, además de hacer uso con cierta frecuencia de estampas flamencas copiadas sin apenas variantes, como en la Conversión de San Pablo del Museo Cerralbo, firmada en 1650.
Pero la influencia más directa y constante recibida por Escalante acaso sea la intimista y clásica de Alonso Cano, interpretada con gran suntuosidad y claridad lumínica, como podría comprobarse en la Anunciación de la Hispanic Society of America, fechada en 1663, muy próxima en composición y estilo a la que el granadino pintó para la iglesia de la Magdalena de Getafe. Buena prueba de su devoción por Cano es la adquisición de tres de sus pinturas mitológicas (Cupido y dos ninfas, Apolo y una diosa) en la almoneda de los bienes de José Cisneros, celebrada en Madrid en 1665. Perdidas las dos restantes, la diosa, descrita como entrepuerta, ha de ser con toda probabilidad la Juno de colección particular madrileña, dada a conocer por Alfonso E. Pérez Sánchez en 1999, cuyo perfil, muy significativamente, no dudará Escalante en utilizar para el San José con el Niño, san Juanito y dos ángeles del Museo de Bellas Artes de Asturias, trasladando a la silueta del santo la de la diosa.
Artista precoz y prolífico, entre sus numerosas composiciones Antonio Palomino elogió particularmente un Cristo Muerto que estaba en el convento de los Clérigos Menores y «verdaderamente parece de Tiziano», actualmente en el Museo del Prado (1663). Con exquísita delicadeza y tonos claros explotó el tema de la Inmaculada (Budapest, Museo de Bellas Artes, 1663, Lumbier, Navarra, 1666) y asuntos devocionales en lienzos de pequeño formato, como el Niño Jesús con san Juanito del Museo del Prado o el San José del Ermitage. De las numerosas pinturas citadas por Palomino en iglesias madrileñas se conservan también, dispersos entre distintos museos, algunos de los asuntos del Antiguo Testamento tomados como prefiguraciones de la Eucaristía, que pintó entre 1667 y 1668 para la sacristía de la Merced Calzada, donde dice Palomino que se autorretrató entre los cautivos en un cuadro de la Redención.
Maria Cristina Kiehr, soprano
Andreas Scholl, controtenore
nederlands kammerkoor, dir.renè jacobs
in the picture
Juan Antonio Frias y Escalante
(b. 1633, Cordoba, d. 1670, Madrid)
Immaculate Conception
(1663)
Oil on canvas, 206,5 x 173 cm
Museum of Fine Arts, Budapest
Pero la influencia más directa y constante recibida por Escalante acaso sea la intimista y clásica de Alonso Cano, interpretada con gran suntuosidad y claridad lumínica, como podría comprobarse en la Anunciación de la Hispanic Society of America, fechada en 1663, muy próxima en composición y estilo a la que el granadino pintó para la iglesia de la Magdalena de Getafe. Buena prueba de su devoción por Cano es la adquisición de tres de sus pinturas mitológicas (Cupido y dos ninfas, Apolo y una diosa) en la almoneda de los bienes de José Cisneros, celebrada en Madrid en 1665. Perdidas las dos restantes, la diosa, descrita como entrepuerta, ha de ser con toda probabilidad la Juno de colección particular madrileña, dada a conocer por Alfonso E. Pérez Sánchez en 1999, cuyo perfil, muy significativamente, no dudará Escalante en utilizar para el San José con el Niño, san Juanito y dos ángeles del Museo de Bellas Artes de Asturias, trasladando a la silueta del santo la de la diosa.
Artista precoz y prolífico, entre sus numerosas composiciones Antonio Palomino elogió particularmente un Cristo Muerto que estaba en el convento de los Clérigos Menores y «verdaderamente parece de Tiziano», actualmente en el Museo del Prado (1663). Con exquísita delicadeza y tonos claros explotó el tema de la Inmaculada (Budapest, Museo de Bellas Artes, 1663, Lumbier, Navarra, 1666) y asuntos devocionales en lienzos de pequeño formato, como el Niño Jesús con san Juanito del Museo del Prado o el San José del Ermitage. De las numerosas pinturas citadas por Palomino en iglesias madrileñas se conservan también, dispersos entre distintos museos, algunos de los asuntos del Antiguo Testamento tomados como prefiguraciones de la Eucaristía, que pintó entre 1667 y 1668 para la sacristía de la Merced Calzada, donde dice Palomino que se autorretrató entre los cautivos en un cuadro de la Redención.
Maria Cristina Kiehr, soprano
Andreas Scholl, controtenore
nederlands kammerkoor, dir.renè jacobs
in the picture
Juan Antonio Frias y Escalante
(b. 1633, Cordoba, d. 1670, Madrid)
Immaculate Conception
(1663)
Oil on canvas, 206,5 x 173 cm
Museum of Fine Arts, Budapest
terça-feira, 14 de dezembro de 2010
Fantasy and Gothic - Larissa Kulik
Marcadores:
Larissa Kulik
sábado, 11 de dezembro de 2010
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